Suscribete a
ABC Premium

Perdigones de plata

Trajano y los impuestos

Sólo les interesa perforar hasta el infinito nuestros tristes bolsillos

La España extraña

Tarea de campo

Ramón Palomar

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Desde el máximo respeto a Rilke, lo de «la verdadera patria del hombre es la infancia» se me antoja un tanto cursilón. Supongo que por eso, al hilo de esta ñoñez, algunos afirman la mar de circunspectos que nunca debemos regresar a los lugares ... donde fuimos felices cuando críos porque nos atravesaría la desilusión. Uno retornó a todos esos terrenos y disfruté como un cosaco sin derramar lagrimitas de infantil nostalgia blandiblú.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia