Suscribete a
ABC Premium

PERDIGONES DE PLATA

La gran babucha

Si usted viene a Europa, lo mínimo sería permitir al prójimo que se vista a la europea o como le apetezca

Un 'mil homes'

Necesitan tiempo

Ramón Palomar

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El Tánger de los setenta segregaba todavía un poso postcolonial emparentado con el perfume contrabandista de los buscavidas que allí acudían y con el jolgorio de los intelectuales progres que, para homenajear su lado abyecto, compraban niños aprovechando el hambre de sus padres. Eso ... lo averigüé más tarde, que de crío uno no se enteraba, por suerte, de esos cambalaches hediondos. Tánger, para los ojos del chaval que uno era, suponía un pintoresco parque de atracciones.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia