Familias

Con el anteproyecto de Belarra nos vamos a 16 tipos de familia, nada menos. Muchas familias se le antojan a uno para recolectar tan escaso botín en plena cuchillada de inflación. Con tantas familias resultará imposible elegir a un capo capaz de someter al otro y esto mutará en pandemónium. Observando muy atento, y algo confundido, el tsunami familiar que se avecina, detecto que me incorporan en el apartado 'individual', o sea que estoy en el grupo de 'personas que viven solas'. Carga un tanto esto de recibir una etiqueta así por la cara precisamente cuando lo único que pretendes es ir a tu bola, escapar de las categorías, funcionar a tu aire o sobrevivir sin necesidad de ofrecer ingratas explicaciones a la parentela cuando llegas algo calamocano al hogar. Vivo solo, cierto. Mis horarios homenajean el salto de mata, sí. Pero procuro no molestar al prójimo y ni siquiera dispongo de una mascota que mueva alegre el rabo cuando regreso a la cueva. ¿A qué viene, pues, encerrarme en una clasificación que rompe mi infantil anhelo de caminar sin ataduras? No seré tan feroz como André Gide cuando exclamó ese «¡Familias, os odio!», pero desde aquí exijo que no me incluyan en algo tan ridículo como lo de formar parte de una familia 'individual'. Gracias.