perdigones de plata
Caras largas
Ese rostro transmite fracaso, traición y psicodrama barato cuando te contemplas
Fuego fatuo (7/4/23)
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Iniciar sesiónY a veces, por circunstancias pésimas de la vida, se te encaja una cara larga de mandíbula desflecada que odias porque no la puedes disimular y sales a la calle y sabes que los demás detectan esa cara larga como de Buster Keaton derrotado. Esa ... cara larga florece durante la desvela de una noche interminable y te levantas amarrado a ella, pasmado ante la rapidez del proceso. Ayer lucías faz normal y hoy te acompaña esa quijada que es la de una mula desabrida. En un suspiro tu semblante ha mutado pero no consigues que esa súbita longitud, el reflejo de la tristeza que te embarga porque a lo mejor te la han jugado, adquiera elegancia vampírica de Christopher Lee. No, ese rostro trasmite fracaso, traición, psicodrama barato y, cuando contemplas tu perfil contra el espejo, te sientes algo asqueado porque ese contorno te entristece, te aplasta.
El fenómeno, en verdad poco estudiado, de la cara larga puede acuchillarte cuando te han robado la cartera en la aglomeración que se forma mientras entrabas a los toros en una tarde de ilusiones, o cuando aquella novia que te encandilaba queda contigo para humillarte con ese «tenemos que hablar» que lo dice todo, o cuando acudes con el tembleque melancólico al funeral de alguien que adorabas y que se marchó demasiado pronto, o cuando te enchufan bajo la napia un plato de moderna fusión gastronómica de artificial emulsión y tú añoras la simple sabiduría de unos huevos fritos con patatas a lo pobre, o cuando te regalaron un puzzle educativo y tú en realidad querías un bate de béisbol, unos guantes de boxeo o una espada de samurái. A la tropilla de Podemos se le enchufado una cara larga que no es poema, sino cursi obra poética completa de juegos florales. El infalible dedo del macho alfa escogió a Yolanda Díaz y ahora, sometidos, confundidos y despistados ante el atropello de la empeñada en sumar, son incapaces de borrar la cara larga de genuino perdedor que lucen cuando parlotean sobre el asunto. Proyectan la cara larga del faro fundido que anticipa el naufragio.
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