TIEMPO RECOBRADO

Variaciones para el sueño

No existe nada mejor para dormir que las 'Variaciones Goldberg', de las que hay decenas de versiones, pero ninguna tan buena como la de Gould

EN más de una ocasión me he dormido escuchando las 'Variaciones Goldberg', una música compuesta por Bach para ayudar a conciliar el sueño al diplomático ruso conde Von Keyserling. Sucedió en un día de otoño de 1740. El aristócrata se presentó en la casa de ... Bach en Leipzig con un joven de 14 años, llamado Johann Goldberg. Era un clavecinista que permanecía en la antecámara de Keyserling, que sufría de insomnio, para tocar cuando se despertara en medio de la noche. El noble ruso le pidió al músico que compusiera algunas piezas para Goldberg. Bach aceptó el encargo y escribió 32 variaciones sobre un tema. Fue recompensado generosamente por Keyserling, que le pagó cien luises dentro de una copa de oro. Lo cuenta Johann Forkel, biógrafo de Bach, aunque hay quien duda de la veracidad de la historia.

Doy fe que no existe nada mejor para dormir que las 'Variaciones Goldberg', de las que hay decenas de versiones, pero ninguna tan buena como la del pianista canadiense Glenn Gould. Estaba obsesionado con la obra de Bach y dedicó muchos años a estudiarla e interpretarla como si fuera una religión.

Gould, que murió a los 50 años, se sentaba en una banqueta con la cabeza ligeramente colocada sobre el teclado y tocaba con una intensidad que parecía que entraba en trance. Muy pronto se negó a dar conciertos para centrarse en grabaciones en estudio, en las que a veces utilizaba efectos electrónicos para escándalo de los puristas.

Era un personaje excéntrico, que, incluso en verano, vestía con gorra, guantes y bufanda. Le gustaba encerrarse en invierno en su casa en el lago Simcoe, aislado por el frío y la nieve, donde tocaba muchas horas y componía sus propios temas.

Una de sus grabaciones, una fuga de Bach, está ya fuera del sistema solar porque viaja en el interior de la nave Voyager, lanzada en 1977. Así que, si ese vehículo llega a manos de vida inteligente, Gould habrá sido el primer músico en ser escuchado más allá de la órbita de la Tierra.

Salvando las distancias. Bach y Gould eran dos genios. El primera era afable, metódico y familiar. Y el segundo, solitario, irascible y místico. La conjunción de estos dos talentos produjo la singular grabación que hoy podemos escuchar, uno de los discos más vendidos en la historia.

Cada vez que oigo la versión de Gould hay algo que la hace distinta a todas las demás, un sello personal y una emoción que emergen de su forma de tocar. Me da la impresión de que el pianista tuvo que recorrer un largo camino para realizar esta grabación de la que decía que lo esencial no era el dominio de la técnica sino la sintonía espiritual con la partitura de Bach. Por eso, estoy convencido de que, si esas notas puedan ser escuchadas a miles de millones de kilómetros de nuestro planeta, alguien volverá a sentir lo mismo que nosotros.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios