tiempo recobrado
La guerra de Gaza no tendrá lugar
Los bombardeos indiscriminados sobre la población son crímenes de guerra por los que deberían ser enjuiciados ante el TPI
Hojas de otoño
Dialéctica del amo y el esclavo
El dramaturgo francés Jean Giraudoux escribió en 1935 su obra teatral 'La guerra de Troya no tendrá lugar'. Narra los esfuerzos de Héctor, con el respaldo de las mujeres de Troya, para evitar la guerra con los aqueos. No consigue que su hermano Paris libere ... a Helena y el conflicto estalla con consecuencias devastadoras.
Héctor negocia con Ulises, otro combatiente que también quiere la paz. Pero el clima de belicismo y la voluntad de los dioses empuja a los dos bandos a un enfrentamiento que supondrá la destrucción de Troya. Giradoux, que había sido herido en la I Guerra Mundial, era un pacifista que denunciaba la obstinación de los hombres en solucionar los conflictos con las armas. Su pieza fue vista por los críticos como una apelación al entendimiento con Alemania para evitar un nuevo conflicto.
La pregunta es hoy la misma que se hacía Giraudoux hace 90 años: ¿era posible haber evitado la guerra de Gaza y la muerte de más de 50.000 civiles por los bombardeos del Ejército israelí? Muchos piensan que no, y sostienen que la acción terrorista de Hamás que asesinó a 1.200 personas exigía una respuesta implacable del Gobierno de Netanyahu.
Tras más de año y medio de guerra, Netanyahu anuncia ahora su voluntad de controlar todo el territorio de Gaza, lo que equivale a decir que no parará hasta acabar a cualquier precio con el último soldado de Hamás, que, según los expertos, conserva miles de hombres en sus túneles.
Lo que planean Netanyahu y sus halcones se parece mucho a una operación de limpieza étnica. Y los bombardeos indiscriminados sobre la población civil son crímenes de guerra por los que deberían ser enjuiciados ante el Tribunal Penal Internacional.
El Gobierno de Israel tenía derecho a responder al ataque brutal y criminal de Hamás. Pero esa respuesta debería haber sido proporcional a la agresión y provocar el mínimo daño entre la población palestina. Da la impresión de que Netanyahu ha aprovechado la situación no ya sólo para acabar con los terroristas sino también para anexionarse Gaza.
No puedo estar en desacuerdo con las acciones diplomáticas del Gobierno de Sánchez para detener la masacre, por mucho que los motivos del presidente resulten sospechosos. También me parece coherente la expulsión de Israel de Eurovisión si se aplica el mismo rasero que a Putin. Nadie puede cerrar los ojos ante tal matanza.
El pueblo judío sufrió el Holocausto, ha sido perseguido y masacrado y ha sido estigmatizado. El Estado de Israel tiene derecho a unas fronteras seguras. Pero lo que no resulta aceptable es el uso de los mismos métodos de los que fue víctima en el pasado. La violencia engendra más violencia, como suscribe Giraudoux en su obra. Ya decía sabiamente Lincoln que la mejor forma de acabar con los enemigos es convertirlos en amigos.
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