tiempo recobrado
Gambito de dama
El desenlace de la Junta de Fiscales abre serias incógnitas sobre la posibilidad de que Puigdemont pueda eludir la acción de la Justicia
Sánchez reescribe el pasado (5/2/24)
No olvidar a Camus (3/2/24)
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónCuando era adolescente, me entró la pasión por el ajedrez. Me pasaba horas estudiando las partidas de los grandes maestros e intentando resolver los retos que aparecían en las secciones de los periódicos. Nunca dejé de ser un jugador mediocre. Pero el aprendizaje del juego ... me sirvió para entender su naturaleza compleja e imprevisible.
El número posible de combinaciones en una partida asciende a millones de billones, lo que supone que un jugador experimentado e inteligente sólo puede prever unos pocos movimientos. El juego es como un árbol con infinitas ramificaciones. Y tu estrategia siempre depende de la del contrincante.
El encuentro entre Garry Kasparov, que dominó el ajedrez durante más de una década, y Deep Blue, un ordenador de IBM, se saldó en 1997 con la victoria de la máquina. Aquello demostró que la inteligencia artificial, o al menos una enorme capacidad de computación de datos, podía derrotar al ser humano.
La vida y la política ofrecen interesantes similitudes con el ajedrez. No es una columna el lugar adecuado para desarrollar esta reflexión, pero sí diré que existe un paralelismo con ambas en la enorme dificultad de prever los movimientos. Desplazamos las piezas sin prever todas las consecuencias y, muchas veces, tenemos que cambiar la estrategia como cuando un alfil da un jaque inesperado a nuestro rey.
Esto es lo que le ha sucedido al Gobierno con la ley de amnistía. Creía que podía controlar el tablero, hacer algunos gambitos y ganar la partida. Pero Sánchez empieza ahora a ser consciente de que se halla en una posición endiablada, amenazada por movimientos que no había previsto.
Lo que no podía imaginar es que todos sus esfuerzos e iniciativas para eludir los obstáculos a la amnistía toparían con unos fiscales y unos jueces que le han dado un jaque al presidente al poner en evidencia que resulta imposible un blindaje efectivo del prófugo de Waterloo.
El desenlace de la Junta de Fiscales del Supremo abre serias incógnitas sobre la posibilidad de que Puigdemont pueda eludir la acción de la Justicia y volver a España sin ir a la cárcel. Y ofrece un incentivo notable a Junts para votar en contra de una ley que no puede proteger a su líder salvo que el Gobierno decida amnistiar los delitos de terrorismo, volviendo a incumplir sus compromisos y cruzando una peligrosa línea roja.
Todo esto induce a la conclusión de que el sistema funciona con unos contrapesos y unas instituciones que permiten contrarrestar el oportunismo de dirigentes como Sánchez, que ha optado por acomodar la ley a los intereses de Puigdemont para sobrevivir políticamente. Un grave error de cálculo que le puede llevar a perder la partida. Como apuntaba el gran maestro Korchnoi, en el ajedrez siempre piensas que vas ganando hasta que te das cuenta de repente que estás perdido.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete