tiempo recobrado

La desnudez y el erotismo

El desnudo tiene un carácter sagrado que deberíamos preservar

El sueño húmedo del nacionalismo (11/8/2023)

Vivir en la incertidumbre (7/8/2023)

La extrema seducción colinda con el horror, afirmó Georges Bataille. Lo que quería subrayar es que existe una relación entre el erotismo y la transgresión, de suerte que el placer sexual se halla muy vinculado a lo prohibido. El filosofo francés enfatizó la íntima relación ... entre el erotismo y la muerte que él pensaba que eran indisociables. No es esta columna el lugar apropiado para glosar la obra de Bataille, pero sus reflexiones me han venido a la cabeza al ver las imágenes de Amaral en Aranda, donde la cantante exhibió sus pechos para reivindicar «la dignidad» de la mujer y su derecho a mostrar su desnudez. Vaya por delante que me parece una expresión de libertad y que no formulo ningún reproche a su actitud. Por el contrario, existe hoy en la sociedad española un respeto a la libre elección de la sexualidad que resulta muy saludable. Que cada persona pueda optar por satisfacer sus deseos sin sufrir una condena moral es un avance, pero la banalización de la desnudez y su identificación con la liberación de la mujer va en la línea de una degradación del erotismo que se está produciendo en la sociedad de nuestro tiempo.

La desnudez puede y debe ser mostrada en el plano del arte e incluso puede ser un gesto legítimo de rebelión. Pero exhibir en público órganos ligados al placer sexual supone no sólo vulnerar un tabú arraigado en el inconsciente sino, sobre todo, quitar al erotismo ese carácter sagrado y misterioso del que hablaba Bataille. La banalización del desnudo está muy presente en la sociedad del espectáculo en la que todo es a la vez mercancía y representación. En este sentido la pornografía es la degradación del sexo que pierde su condición de erotismo para convertirse en una impotencia que lo niega.

Hay una obvia identificación entre erotismo y desnudez. Por eso resulta necesario reivindicar el pudor como un elemento esencial del erotismo, que es la expresión humana del sexo. Los animales se aparean para reproducirse, los hombres elevan el sexo al erotismo, que es a la vez goce y cultura. Y, parafraseando a Bataille, la aprobación de la vida hasta en la muerte, con la que guarda una relación íntima. Grandes novelas como 'Anna Karenina', 'Madame Bovary' o 'La Recherche' fueron escritas cuando el erotismo era identificado con la inmoralidad. Baudelaire y Flaubert fueron juzgados por sus textos. Ninguna de sus obras hubiera pasado a la historia de la literatura sin esa exploración en los límites difusos entre moral, sexo y usos sociales.

Banalizar y vulgarizar lo erótico, reducirlo a una necesidad física como comer, es ignorar su aspecto esencial, muy ligado a esa precariedad del ser y a ese arrojamiento en el mundo que caracteriza la existencia. Dicho con otras palabras, el desnudo tiene un carácter sagrado que deberíamos preservar. Soy muy consciente de que todas estas reflexiones serán interpretadas como una expresión de puritanismo. Pero, como decía Bataille, la verdad de las cosas no está en lo manifiesto sino en lo oculto.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios