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tiempo recobrado

«Citius, altius, fortius»

Los Juegos son el reflejo del eterno afán de los seres humanos de demostrar que siempre se puede ser mejor en cualquier actividad de la vida

«Nulla aesthetica sine ethica»

Nada es para siempre

Pedro García Cuartango

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Mi primer recuerdo sobre los Juegos Olímpicos se sitúa en 1964 cuando Abebe Bikila ganó la maratón en Tokio. Entonces, la competición no se podía televisar en directo, por lo que imagino que yo vi unas imágenes en diferido de la entrada del atleta ... etíope en el estadio. Bikila ya había vencido en Roma cuatro años antes corriendo descalzo y con una superioridad insultante sobre sus rivales.

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