sala de máquinas
Pamplona, otro engaño
Sánchez sabía que era un pago que tendría que efectuar, pero lo ocultó
Sánchez surfeó la última campaña electoral sobre varias mentiras. La que acabamos de conocer, una más, es que tenía decidido entregar la alcaldía de Pamplona a los herederos políticos del terrorismo. Sabía que era un pago que tendría que efectuar, pero lo ocultó. Mientras recreaba ... la ficción según la cual el país iba a caer en manos de una inexistente ultraderecha (y por tanto, antidemocrática), se guardaba la carta de poner Pamplona al servicio de aquellos que llevaron en sus listas a cuarenta etarras condenados; se dice pronto.
Hacia atrás, el PSOE le concede a la banda asesina la victoria final sobre las víctimas y los perseguidos. Hacia adelante, instala en el poder a quienes no creen en España; sea en Cataluña, sea en Navarra y quizá en el País Vasco. El independentismo, al frente de las instituciones gracias a los socialistas, va a gobernar desde el primer día en la destrucción del sistema constitucional mientras Sánchez sigue acumulando poder a mayor gloria personal.