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la tercera

Cicerón y el bufón de las Cortes

Comparar la realidad de nuestras Cortes con un gallinero no es cuestión de clases ni de élites, sino de respeto a la ciudadanía

La poesía de lo cotidiano

Hacia un lugar peor

carbajo & rojo

Mercedes López Mateo

Existe ya en nuestro país una generación de votantes que no ha conocido un estilo serio de hacer política. No se trata de una seriedad caricaturizada como la que ingeniosamente representó Oscar Wilde en 'La importancia de llamarse Ernesto', donde la trivialidad en el carácter ... se entremezcla con las vitales preocupaciones de la clase alta victoriana. Precisamente, porque nada de lo que sucede en la arena pública habría de ser considerado banal, el sentido del deber de nuestros representantes no puede traducirse en nada que no sea solemnidad en las Cortes Generales. Así, aquello que la política española ha perdido, sin ninguna intención aparente de rescate, está vinculado con nuestra herencia romana: la 'gravitas'.

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