tiro al aire
Presupuestos para multas
En el PSOE no consideran necesario un presupuesto para multas. Ni para dimisiones a pesar del escándalo
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónSuena el telefonillo de casa y un señor dice que trae un certificado. No sé por qué, inmediatamente, pienso en Hacienda y dudo si abrir la puerta, pero sería de excesiva mala educación. La carta es para mi marido. Primer alivio. Lleva sello del Ayuntamiento ... y no sé si eso es bueno o malo. El mensajero sostiene entre sus manos un taco de medio metro –no exagero– con sobres idénticos. Si es publicidad está claro que no son ofertas. «Usted, ¿sabe qué es?», le pregunto. Masculla en voz baja, como si algo todavía pudiera escapar de la administración, como si ésta fuera una conversación furtiva, como cuando un coche te hace el cruce en una comarcal para avisarte de que más adelante está la Guardia Civil. «Creo que es una multa». ¿Cree? Está seguro, vamos, pero qué culpa tendrá él. Mientras abro el sobre confío en que el susto no sea de ruina y no se me va de la cabeza el montón gigante. Los timbres que le quedan por tocar. La mala cara que pondrán quienes ya saben lo que hay dentro. Leo que sólo nos hemos pasado 14 kilómetros en una vía urbana. Cien euros. Qué afán recaudatorio. Qué exceso y no de velocidad. Pero nos hemos pasado. Fin del recurso. Nos cobran la mitad si pagamos antes. Aun así, la torre de cartas se me antoja un pastizal. Su imagen me persigue. Se la describo a un colega reportero gráfico y me explica que en su empresa tienen presupuesto para multas. Se mueven sí o sí en coche por la ciudad. Y con prisas. Siempre hay un pequeño descuido: en un carga y descarga, en una esquina, en 14 kilómetros de más. Vivir, a veces, es incumplir.
Supongo que muchos comerciantes en Cataluña empiezan a manejar una caja de ahorros para multas, viendo lo que recauda la Generalitat entre quienes no rotulan o etiquetan en catalán. No sé si en esas sanciones hay grados, como en las de tráfico: si te cobran por palabra o por caracteres, si te dejan un margen de cortesía, como en los adelantamientos. Si se pueden recurrir y, en ese caso, qué argumentos se aceptan. Si cuantitativos, tipo, «venga hombre que son cuatro letras». O los cualitativos, que entran más en la esencia: «Miren, no está en catalán, pero mi tienda se llama Viva Cataluña, estoy haciendo patria igual, ¿no?»
Algunas feministas deberíamos provisionar por si las multas de la Ley Trans. No sigo por aquí, que acabo de pagar la de tráfico.
Sabemos que algunos del PSOE en el Congreso parece que disponían de presupuesto para putas. Pero como Sánchez no le ha abierto al mensajero con la amonestación, ni se ha enterado. En el partido no consideran necesario un presupuesto para multas. Ni para dimisiones, a pesar de las cagadas de escándalo, como en Podemos. Cuestión de (mala) educación o de superioridad moral: los hay que se tienen por tan perfectos que creen que nunca tendrán que pagar una multa. Total, para eso se hacen leyes a su medida.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete