TIRO AL AIRE
Cómo no hacer España grande otra vez
Se preguntaba el 'Financial Times' esta semana si no podría el inquilino de la Casa Blanca estar ayudando a hacer a Europa grande otra vez
Reconstrucciones Mazón
Feministas en esta casa
Será porque era lema del franquismo, pero podemos afirmar con certeza que ningún partido va a salir a darnos la turra con el eslogan con el que tanto se llena la boca Mr. Trump al otro lado del mar. No, quedémonos tranquilos, nadie nos ... arengará con un: «Hagamos España grande otra vez». Y menos mal. La excepción podría ser Vox, que igual es por eso que Pedro Sánchez no los ha invitado a su residencia. Por si salían con aquellos tiempos nuestros de descubrimientos y conquistadores. Quizá bastaría con recordar que lo pasado, pasado está. O que el ministerio que tanto nos ocupa estos días no se llama ni de conquista ni de ataque.
Pero una cosa es que no queramos liarnos en debates y leyendas de colores sobre grandezas anteriores y otra que aquí nadie apueste porque España salga reforzada de la afrenta de Trump a Europa. Se preguntaba el 'Financial Times' esta semana si no podría el inquilino de la Casa Blanca estar ayudando a hacer a Europa grande otra vez. Ironizaba con si en vez de merecer un Nobel no sería mejor darle el Premio Carlomagno –que reconoce la aportación a la Unión Europea–.
Podría ser cierto –¿y por qué no?– que Mr. Trump, con sus locas decisiones, esté forzando a Europa a madurar en aspectos que quizá teníamos algo descuidados. Una situación que ni París ni Berlín van a desaprovechar para apostar por el desarrollo interno. No cabe duda alguna de que tanto Francia como Alemania, con sus respectivas crisis de deuda y miedo a la recesión, van a mirar más que bien por su industria. Parafraseando a Trump, intentarán hacer grandes sus países de nuevo.
No nos iría nada mal que Pedro Sánchez tuviera también ese objetivo respecto a España. Trabajar por un país más fuerte. Más industrializado. Más tecnológico. Más productivo. Un esfuerzo más allá del sol y playa regalado.
Lo que incluiría no sólo gastar más en Defensa, ahora que se lo van a permitir de una u otra manera, sino hacerlo para que eso suponga impulsar lo de casa. De la industria a las Fuerzas Armadas de aquí. A ver si vamos a relajarnos con el déficit para mejorar el de otros. Pero además, en este negocio tan delicado y a la vez tan opaco, también habrá que vigilar que lo privado no esquilme a lo público. Sería un tanto desolador que ante el anuncio del maná defensivo en vez de llenar los cuarteles de estrategias se nos vacíen de estrategas. Los verdaderos expertos en gasto, inversión, mantenimiento y uso militar ni caen del cielo ni se forman en centros privados. Pero no sé si pedirle al Gobierno que esté más atento a la retención del talento es esperar demasiado. Igual peco de ilusa. Aquí estoy, confiando en que Sánchez podría trabajar por hacer del nuestro un país más grande cuando su principal ocupación es contentar a los que quieren hacer una España cada vez más pequeña.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete