TIRO AL AIRE
¿Cuánto dura la extrema derecha?
Es la teoría de los partidos infinita: siempre puede venir alguien a morderte las aristas. A Vox le ha salido una extrema derecha a su derecha
Presidente y parte
Begoña en la carpa de Sánchez
Seguro que también les ha pasado: que una marca o un eslogan les remita a algo diferente de lo que quiere decir. Cuando me enteré de que había un partido llamado Se Acabó la Fiesta pensé que iba directamente contra Ayuso.
Lo de los ... nombres graciosos en política tiene su trampa. De hecho, ahora que SALF ha logrado entrar en el Parlamento Europeo, quizá deberían hacer como los partidos catalanes –nadie logra el quesito en el Trivial de nombres de la última década– y rebautizarse a 'Empieza la fiesta'. Para ellos lo va a hacer. Las primeras legislaturas con representación lo son: que le pregunten a Podemos, a Sumar o a Ciudadanos. Al principio, para los pequeños, como los nuevos amores, todo es alegría, mariposas en el estómago y sensaciones alucinantes. Luego, ya ven, la cosa se complica, la pasión se apaga y hasta puede aparecer una tercera persona.
Es la teoría de los partidos infinita: siempre puede venir alguien a morderte las aristas. Y así, a Vox le ha salido una extrema derecha a su derecha. De modo que también se le acaba un poco la fiesta.
Van a probar en sus carnes lo que le han hecho al PP. Cuando otro quiere pescar en tu caladero ya no sirve la red, hay que usar mosca. Mucho más difícil llenar el cubo.
Pero tampoco creo que lo de Alvise haya venido a aguarle la fiesta sólo a una parte de la derecha. A la izquierda también. Todo partido puede tener siempre algo de razón, incluso los que se alimentan de Forocoches. Tras estas elecciones, a la izquierda sanchista se le ha empezado a caer el comodín de que viene la extrema derecha. No sólo por los resultados en las urnas, que también. Tampoco porque tengan muy manoseado el slogan 'del miedo', que también. Más bien porque a partir de ahora tendrán que decir que vienen las extremas derechas, que suena como raro. Pero, ¿cuántas son?, puede contestar el votante.
Por todas estas razones la fragmentación de la extrema derecha en España es un giro de guion muy loco y divertido. En la izquierda llevan décadas acostumbrados pero en el espectro contrario ¿o complementario? es toda una novedad.
Fíjense que la llegada de SALF puede obligar a Santiago Abascal a verse en la necesidad de apelar al voto útil. ¿Tendría que hacerlo para no desangrarse por su flanco extremo derecho?
La del voto útil es una expresión muy del bipartidismo. Y el bipartidismo, ese que hemos visto en las elecciones europeas, no significa otra cosa que el fin de fiesta de los pequeños. Desde la Transición no hemos visto en España ninguno de ámbito nacional al que no se le haya acabado. Y así no sé, igual el nombre de estos nuevos también es como un poco premonitorio. Con Podemos y Sumar a la baja, y la extrema derecha fragmentada, quizás el poder vuelva a disputarse, cara a cara, entre los grandes. Lo contrario, a veces, es una fiesta carísima.