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pincho de torilla y caña

Oración de Adviento

La espera de la Navidad, vista entre las bambalinas del mundo adulto, se parece poco al espectáculo que se contempla desde la platea de la infancia

Luis Herrero

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Adviento significa llegada. Es un tiempo de espera. El eco de esa palabra me traslada a la infancia, cuando todo lo bueno estaba por llegar. Iba a hacerme mayor, a descubrir lugares que nunca hubieran sido explorados por el hombre, a convertirme en un gran ... escritor, a dejar una huella indeleble en la corteza del tiempo. Cada año, el regreso de la Navidad me animaba a creer que los sueños se cumplen. Hasta que llegara el momento de crecer y de explorar tierras vírgenes, todo lo que cabía esperar era que volviera a encenderse la luz de aquella estación maravillosa –la quinta estación del año, dice Garci– en la que las calles se engalanaban con bombillas de colores, los pajes de Oriente aguardaban en Galerías Preciados a que les diera mi carta a los Reyes Magos, la pinocha del abeto adornado con bolas y espumillón se desangraba en el suelo de casa, el tocadiscos repetía machaconamente «pero mira como beben los peces el en río» y del horno de la cocina salía el aroma inconfundible a pavo acribillado a inyecciones de coñac que anunciaba la inmediatez de la Nochebuena.

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