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LA BARBITÚRICA DE LA SEMANA

Roald Dahl es una patria

La vida no es justa, la literatura tampoco. De ahí mana la belleza de la obra del británico

Karina Sainz Borgo

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La infancia está llena de monstruos o seres que percibimos como tales: maestras enfermas o desequilibradas que hacen el mal cada vez que gritan; madrastras o padrastros que exigen y golpean; compañeros que nos consideran gordos, tontos o simplemente distintos, y que no dudan en ... hacérnoslo saber. Con el paso de los años, todos ellos se transformarán en jefes o inspectores de Hacienda. Por eso aprendemos a sobreponernos: porque son el anticipo de lo que conseguiremos al traspasar la membrana de la niñez. Eso lo sabía Roald Dahl, el autor de 'Charlie y la fábrica de chocolate', 'Matilda' o 'Danny el campeón del mundo', esos clásicos que ahora se proponen reescribir por considerar ofensivas algunas de sus expresiones.

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