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la barbitúrica de la semana

Genocidio, según Lemkin

Defender una idea es lo opuesto a instrumentalizarla

Correr en círculos

Alatriste vuelve a una España que se jacta de no leer

Karina Sainz Borgo

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No había nombre para describir lo que Alemania había hecho contra judíos, homosexuales, gitanos y discapacitados, pero él lo consiguió. Fue el abogado judío polaco Raphael Lemkin quien acuñó en 1943 la palabra genocidio, la expresión que tipificó jurídicamente el delito que el nazismo había cometido contra seis millones de personas ... , a las que persiguió y exterminó por su origen, condición y religión. La idea de Tolstoi según la cual creer en una idea exige vivirla se manifestó en la vida de Lemkin de forma rotunda: 49 miembros de su familia fueron víctimas del exterminio perpetrado por Hitler. Se enfrentó a la certeza de la aniquilación y procuró entenderla. Lemkin dedicó su vida a concienciar y luchar para que existiera un marco legal que pusiera freno a la barbarie por medio de un tratado internacional: la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, en la cual se describe la naturaleza y el alcance. Así lo atestiguan sus memorias, traducidas al español y publicadas por el Berg Institute.

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