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el ángulo oscuro

El triunfo de la estupidez

Un gobernante noble se esmera por ordenar la sociedad jerárquicamente, de tal modo que las capacidades de cada uno, asumiendo el lugar que les corresponde, actúen en beneficio de las capacidades de los demás, potenciándolas. El gobernante malvado, en cambio, no hará sino excitar la envidia de sus gobernados

Una foto para la infamia

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Juan Manuel de Prada

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Aborda Jano García en su último ensayo, 'El triunfo de la estupidez' (Plaza y Janés), una espinosa cuestión política, que es la entronización por parte del gobernante maligno de la estupidez humana como argamasa para fundar su dominio. Tal entronización de la estupidez alcanza su ... paroxismo, a juicio del autor, en democracia, donde la masa es halagada como en ninguna otra forma de organización política, pues el gobernante requiere su apoyo para mantenerse en el poder; y donde las bajas pasiones son encumbradas a la categoría de virtudes públicas, muy especialmente la envidia. En realidad, estableciendo este vínculo entre envidia y democracia, Jano García no va más lejos de lo que muchos maestros nos avisaron; recordemos, por ejemplo, aquellos versos de Unamuno que nos advertían que, cuando «la envidia su hiel en muchedumbre vacía / de gratitud al llamamiento sorda / suele dejarla y la convierte en horda, / que ella es la madre de la democracia».

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