hay que vivir
La memoria individual y el nuevo Schindler
'Recordar es político (y jurídico)' es un libro que nos descubre a un nuevo héroe, como el miliciano que dejó huir a Rafael Sánchez Mazas
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La edad avanzada
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Iniciar sesiónEl abuelo Cecilio fue asesinado en Paracuellos el 28 de noviembre de 1936. Lo cuenta su nieto Pablo, que escribe porque fusilaron al padre de su padre y porque está dispuesto a recordar, a pesar de que mirar hacia atrás, tirar del hilo, es ... a veces un acto violento y doloroso y corres el riesgo de salir dañado. Pero recordar también es un acto valiente: sumergirse en el pasado es mirar a la cara a lo inevitable, y comporta un riesgo.
Pablo es Pablo de Lora, catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid. Ha escrito un libro titulado 'Recordar es político (y jurídico)' que empieza apelando al abuelo: «Escribo porque te fusilaron, preguntándome por qué te fusilaron y con la corrosiva duda de saber si debo dar las gracias a quien disparó la bala certera, pues así como tu muerte fue la inevitable consecuencia de ese tino, el destino de mi existencia tuvo en ese acto criminal su necesaria placenta».
El libro es una reconstrucción del pasado familiar y las peripecias de una estirpe en esa España en guerra de 1936, pero también es la convivencia de todos ellos –desde la abuela a los nietos– con una posguerra demasiado larga. Cuestiones de fondo y cosas de forma. Por ejemplo, el tío Paco utilizaba la expresión «nuestra guerra», algo que cabreaba a su cuñado, el padre de Pablo, al que molestaba mucho que la propaganda del régimen hablara de «Guerra de España», como si fuera la única de nuestra historia. «Menos aún era 'mi' guerra ni la de tantos cientos de miles de nietos de aquella generación», concluye Pablo. ¿Y qué pensaba la abuela, Emilia? Viuda a los 36 años, la Yaya no alimentó el ánimo de revancha y «quintaesenció en mi familia la más pura expresión de caridad cristiana». Como en tantas familias con víctimas de la guerra, de uno y otro bando, o de los dos, en la de Pablo de Lora «el abuelo Cecilio siguió bien a cubierto bajo un manto trenzado por el silencio, las alusiones implícitas y los sobreentendidos». Cuando sí chistó la abuela fue cuando casi 40 años después de enviudar Franco aprobó cinco ejecuciones. No sólo chistó: el suyo fue un llanto amargo, sincero, como las palabras de Joaquín Ruiz-Giménez en sus diarios: «¡Qué horror de violencia!». Inútil ya, y extemporánea.
De Lora revela pasajes emocionantes y descubre personas buenas, como el empleado de la Embajada inglesa que una vez fusilado el abuelo Ceciclio permitió a su viuda emprender la huida con sus hijos. La salvó, como el miliciano que perdonó la vida al falangista Rafael Sánchez Mazas en 'Soldados de Salamina', de Cercas, o el mundialmente conocido Oskar Schindler. Gracias a De Lora, Emiliano Enríquez Larrondo pasa a nutrir ese selecta lista.
La memoria no puede ser sino individual y crece con los testimonios, no con las consignas. 'Recordar es político (y jurídico)' es un libro necesario que mezcla la serenidad del profesor y la fuerza del testimonio. Y se acerca a la verdad rindiendo un entrañable recuerdo al abuelo Cecilio.
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