Ecuador: un socio confiable para España

El primero de nuestros ejes es la diplomacia para la paz. Y, para comenzar, debemos cooperar en la paz mundial. Ecuador va a ser desde enero miembro por dos años del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y debemos esforzarnos en trabajar juntos por la paz en toda la comunidad de naciones, cuyas amenazas sentimos muy de cerca.

Dentro de este eje también está el tema de la migración, en la que debemos trabajar juntos para reducir y, ojalá, eliminar la migración riesgosa y asegurar una migración segura, estable y regular. Pero al hablar de migración no solo hablo la de ecuatorianos hacia España sino a todo el fenómeno de movilidad humana: Ecuador es el país más abierto de la región para acoger a los extranjeros que buscan refugio político o alternativas económicas. Más de 70.000 colombianos tienen el estatus de refugiados en el Ecuador, al huir de las amenazas de la guerrilla o paramilitares. Y son cerca de 400.000 venezolanos los que han llegado, huyendo del desastre de ese país cuya economía fue destruida por una supuesta revolución izquierdista.

El narcotráfico, la trata de personas, la minería ilegal son otros campos de la seguridad nacional e internacional en que al Ecuador le hace falta cooperación para enfrentar poderosas redes transnacionales. Ecuador requiere cooperación, no solo por los esfuerzos que hace mi país sino porque en ellos se juega la estabilidad regional.

La diplomacia comercial es nuestro segundo eje y en él es claro que el acuerdo comercial con la Unión Europea contribuye positivamente para cimentar el desarrollo económico del Ecuador y crear fuentes de trabajo seguras, el mejor remedio para las tentaciones populistas, que medran cuando hay desempleo.

La transición ecológica es un tercer campo en que el que la cooperación mutua es indispensable. El esfuerzo que hace el Ecuador con sus áreas protegidas de renombre mundial es inmenso. Hace poco el presidente Lasso decretó la ampliación de la reserva marina en torno a las Galápagos creando la nueva reserva «Hermandad» de casi 24.000 millas cuadradas. La comunidad internacional puede ayudar en su cuidado y preservación, al igual que en las áreas protegidas de la Amazonia. El Ecuador tiene 65 áreas protegidas, que cubren 72.000 millas cuadradas, casi el 20% del territorio nacional. Es de interés de la comunidad internacional desde el punto de vista ecológico la preservación de las especies marinas alrededor de Galápagos y de su gran variedad en todo el territorio.

Un cuarto campo de nuestra acción está dedicado a la e-diplomacy. Necesitamos métodos seguros para aprovechar las ventajas del ciberespacio, la computación y las comunicaciones. Requerimos apoyo para acceder a las nuevas tecnologías, cuyo veloz avance hace indispensable una cooperación ágil y abierta. Y eso lo podemos hacer fructíferamente con España y la Comunidad Europea.

Un quinto y último campo es la diplomacia científica. Para crear una base más sólida para su desarrollo, Ecuador necesita acceder al inmenso bagaje científico de España, no solo en la tecnología sino en las ciencias duras y en las propias ciencias sociales. Se necesita más cooperación entre las universidades y centros de investigación de los dos países.

En el día en que Ecuador celebra su Día Nacional, en recuerdo del primer grito de independencia en Hispanoamérica, el 10 de agosto de 1809, celebramos nuestras relaciones con España. Las excelentes relaciones que mantenemos, los canales de comunicación expeditos y abiertos entre nuestros gobiernos permiten las consultas que sean menester y la profundización de la relación en la lucha contra la desnutrición infantil, el fortalecimiento de la salud en los sectores rurales y la seguridad. Esta relación fluida es tanto más necesaria cuanto que los cambios políticos convierten al Ecuador en el socio confiable de la región, como dije al inicio. Es propicia la oportunidad de fortalecer, aún más si cabe, la amistad entre nuestros dos países.