tribuna abierta
Triste aniversario en Kramatorsk
De los cascotes de aquel restaurante bombardeado emerge el olor de la esperanza y de las ganas de vivir. La vida frente a la muerte impuesta por el liberticida Putin
El 27 de junio de 2023, un misil ruso deliberadamente dirigido contra un centro comercial de la ciudad ucraniana de Kramatorsk causó la muerte de trece personas y heridas a decenas. Entre los fallecidos, varios empleados de una pizzería o dos hermanas gemelas de 14 ... años, Yuliya y Hanna Aksenschenko, que celebraban sus notas en una cena con su padre. También murió como consecuencia de las heridas sufridas la escritora y defensora de los Derechos Humanos, Victoria Amelina. Un crimen de guerra más en una lista enorme, iniciada desde el momento mismo de la invasión a gran escala de Rusia en febrero de 2022, que la propia Victoria denunció a través de su organización Truth Hounds (Sabuesos de la Verdad), junto con otras periodistas y escritoras, como su amiga Tetiana Teren.
El escritor colombiano Héctor Abad acaba de publicar una obra extraordinaria, 'Ahora y en la hora' (Alfaguara), relatando lo acontecido, como testigo directo de ese ataque vesánico y execrable, que no sólo llenó de ignominia a sus responsables, sino que su carácter abyecto y premeditado debe hacer que sea juzgado como un crimen de guerra. El recuerdo y el ejemplo de Victoria Amelina son el motor de este homenaje que, con su deliciosa escritura, rinde Héctor Abad. «Victoria palpita dentro de mí, vive conmigo». La obra es también una profunda reflexión sobre el azar y la vida, sobre el papel del escritor en el mundo presente, o sobre nuestros anhelos de trascendencia.
Victoria Amelina, convertida ya en símbolo de la cultura ucraniana agredida por la brutalidad militar rusa, escribió una maravillosa novela 'Un hogar para Dom' (Avizor), que fue editada en español un poco antes de su injusta muerte. En ella su protagonista, el perro Dom, reflexiona: «En el ahora de un perro hay profundidad, algo que a los superficiales humanos nunca les ha pasado por la cabeza». «La profundidad es como la memoria de otra persona que de repente, salta sobre ti al doblar la esquina, desde todos los rincones de esta ciudad» (…) «Por allí, hace ya tiempo –pero las piedras lo registran todo– que alguien murió. Todavía huele a esperanza y a ganas de vivir, y a un cuerpo desgarrado en una tarde de verano de los años cuarenta. Esto es la profundidad. Un perro puede marcar, como en un mapa, los puntos calientes y las manchas de dolor de esta ciudad».
La historia de Ucrania hace que su mapa esté lleno de puntos de dolor, que podría rastrear el perro Dom con su virtud de la profundidad. Dom hallaría hoy, entre los centenares de lugares que huelen a horror, a sufrimiento o a injusticia, en la Ucrania actual, asediada por la invasión ilegal de la autocracia totalitaria rusa, unas piedras en Kramatorsk. Entonces podríamos repetir las palabras de ese perro tan especial: allí todavía huele a esperanza y a ganas de vivir, y a un cuerpo desgarrado en una tarde de verano. Una premonición más en un libro plagado de ellas. Mantenemos vivo el recuerdo de esta joven escritora, viva su denuncia contra la guerra, viva su obra literaria. De los cascotes de aquel restaurante de Kramatorsk emerge el olor de la esperanza y de las ganas de vivir. La vida frente a la muerte impuesta por el liberticida Putin.
En Madrid, el ayuntamiento y la Embajada de Ucrania, han apoyado recientemente un homenaje de sus editores y de muchas asociaciones ucranianas en recuerdo de la vida ejemplar de Victoria Amelina, en este segundo aniversario de su trágica muerte. Por desgracia continúa la guerra y los ataques rusos incluso se incrementan; el pueblo ucraniano sigue sufriendo y resistiendo; nuestra solidaridad ha de ser igual de rocosa. El crimen cometido hace dos años no debería quedar sin condena; no dejaremos que se olvide. Victoria debe vencer en Kramatorsk. «Victoria Amelina zhyva!», «¡Victoria Amelina está viva!».