la suerte contraria
La Piovra
No se hagan trampas al solitario. Si estamos como estamos no es porque el PSOE esté podrido. Lo que está podrido es España
Feijóo debe liderar desde sus principios
Un día de furia
Entiendo que todos ustedes son adultos y comprenderán que con todo este asunto de Cerdán el PSOE no ha perdido un solo apoyo. No hay ningún diputado del PSOE con la dignidad suficiente para plantar cara a la organización criminal que dirige España. No ... hay ningún socio dispuesto a enfrentarse a la corrupción y a la degradación y anunciar que ha llegado el momento de salvar la democracia de estos delincuentes. No lo harán Sumar y Podemos (dos detritus morales), no lo harán ERC y Junts (dos deposiciones golpistas), no lo hará Bildu (una deyección infame) y no lo hará el PNV (una panda de fascistas mutando a perroflautas). Pero, por supuesto, no hay uno solo de los doce millones y medio de votantes del bloque sanchista que prefiera un gobierno del PP con Vox a esto que tenemos, del mismo modo que tampoco habría nadie dispuesto a cambiar de bloque si mañana apareciera un informe de la UCO con fotos de Gamarra o Abascal robando los sobres del Domund de la sacristía de su barrio.
La corrupción no mueve un solo voto. No lo hace la corrupción de la izquierda, ni la de la derecha, ni la de la extrema derecha ni la del fútbol español. Se percibe como algo molesto, pero, «qué se va a hacer, en todos los sitios hay garbanzos negros y los otros son todavía peores». Ahí se queda el votante español, al que no le importa la institucionalidad, la separación de poderes ni la democracia si el IBEX está en máximos históricos, se forra con la bolsa, el valor de su vivienda crece cada mañana, las pensiones se revalorizan cada año, el paro no existe y la inflación se estabiliza en un precioso, moderado y muy europeo 2 por ciento.
Yo pertenezco a una generación de españoles que ha nacido en la Transición y que ha crecido con la radio puesta, con dos periódicos en la mesa del salón y con unos padres que hablaban de política con naturalidad, entre las lentejas y una rodaja de melón. Entre nuestros padres y esos periodistas que de algún modo también nos formaron comprendimos los valores de una sociedad democrática, tolerante y plural. La importancia de las instituciones, del imperio de la ley y, sobre todo, de nuestra Constitución. Luego, a los postres, en aquellos años 80 ponían una serie que me aterraba. Se llamaba 'La Piovra' y contaba la historia de un comisario que luchaba contra la mafia. 'Piovra' significa pulpo, haciendo referencia a los tentáculos de la organización, que llegaban a todos los lugares de Italia. Aún recuerdo la sensación de agobio al sentir que no había salida posible. Décadas después, España está en manos de La Piovra. Los culpables son el Partido Socialista y sus socios antes mencionados, pero también sus socios en el mundo de la empresa, de los medios de comunicación, de los sindicatos, en las cloacas del Estado, en el Tribunal Constitucional, en la judicatura, en la Universidad, en el mundo de la Cultura y, por supuesto, en la calle. No se hagan trampas al solitario. Si estamos como estamos no es porque el PSOE esté podrido. Lo que está podrido es España.
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