OTAN sí

Pero últimamente algo ha cambiado. Cada mañana voy directo a Internacional. Yo sé que en este país lo que importa es Koldo, Begoña o la lista de Puente, pero objetivamente no hay nada más importante que lo que cuentan las páginas de Internacional. No vivíamos un escenario como este desde 1937. Rusia invade Ucrania, Israel está en guerra contra Hamás, China flirtea con invadir Taiwán, Irán se une a la fiesta y, en el sur, Marruecos realiza maniobras frente a Canarias. A esto unimos la inestabilidad crónica de América del Sur, con Argentina al borde de una diáspora y Ecuador y México rompiendo relaciones diplomáticas; Corea del Norte nos aterra los días pares y el terrorismo islamista los impares y, en Estados Unidos, se preparan para unas elecciones decisivas para su devenir y también para el del resto. En los países bálticos la situación es prebélica, Letonia se prepara abiertamente para un ataque y Lituania pone a punto sus infraestructuras para proveerse de armas. En Polonia, Tusk advierte que hay que prepararse para lo peor. Suecia afirma estar preparada para responder a Putin, Scholz y Macron pactan acelerar la compra de armamento y nuestra ministra de Defensa advierte que esto va en serio.

Pero, por algún motivo, España ha decidido que todo esto le da igual, que somos invencibles como niños tontos o avestruces listas y que preferimos seguir enfrascados en nuestra guerra civil perpetua. Del mismo modo que la actitud de nuestro país ante la UE ha consistido en chupar todo lo que se pueda sin importarnos lo que le pase al resto, hoy vemos que lo de la OTAN también era mentira y que el artículo 5, ese que nos obliga a responder a cualquier ataque a un aliado como si fuera propio, tampoco iba en serio. La OTAN, para algunos españoles, es ese grupo de países cuyos soldados están obligados a dar la vida por nosotros a cambio de nada. Es decir, Estados Unidos debe dedicar el 3,5% de su PIB en defensa para que nosotros podamos seguir llamándolos imperialistas y gastando nuestro dinero en chorradas. Entiendo a Trump: este cachondeo es insostenible. Por si fuera poco, llegan las elecciones europeas y la extrema derecha tendrá unos resultados extraordinarios, lo que pone en riesgo el proyecto de la UE y acelera su decadencia. No sé si somos conscientes de lo que se nos viene encima, pero no podremos hacer frente a ello solos. Si queremos paz –seguridad–, es necesario comprender que necesitamos aliados y que esos no son otros que la UE y la OTAN. En este momento lo demás es secundario. Espero que cuando despertemos, si es que eso llega a suceder, no sea demasiado tarde.