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LA SUERTE CONTRARIA

Feijóo y los vomitadores de tibios

Si de algo estamos sobrados es de cafres ardientes, de cafres helados y de vomitadores de bocas

José F. Peláez

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La visión de la sociedad y de la historia como una lucha entre grupos antagónicos es una simplificación burda en la que solo creen los marxistas. Bueno, y también esa parte de la derecha que un día fue marxista y que, aunque luego cambió de ... bando, no llegó a despojarse del odio como motor: se limitó a cambiar su objeto. Antes odiaban a la derecha y ahora odian a la izquierda, es decir a su 'yo' previo, porque todo odio es auto odio. Pero las bases son las mismas, es decir, odiar y mantener la visión del otro como enemigo. Como vemos, del marxismo no se sale, es una enfermedad crónica. Y por eso es tan peligroso, porque da respuesta a todo desde el comodín del victimismo. Se ha colado hoy hasta en la derecha alternativa, cuyos caladeros son los colectivos que se entienden oprimidos, ya no desde el punto de vista económico como los marxistas clásicos, sino desde el identitario, aunque sea debido a falacias. Y eso convierte a los guerrilleros en boxeadores sonados que dan puñetazos al aire en un ring en el que no hay nadie más.

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