Vio Madrid infestado de ratas desde el subsuelo en los tiempos de 'Pueblo', vio caer al PP, montó en un burro por los secarrales La Mancha y ve, está viendo desde su estudio, esta tercera guerra mundial. La pasada semana el veterano periodista, con algo ... de gitano guaperas, recibió en Sevilla el Romero Murube por un artículo que es en sí todo un deseo en metáfora que queremos para el país: 'Los Machado se querían'. El escultor de la encina negra amaba a quien desentrañó el alma de nardo del árabe español. Su hermano.
A Raúl del Pozo se le ha escrito cientos de veces, pero este lunes cansado merece que le recuerde cuando me acogió con su capote de amistad, me dio la bienvenida al campo de concentración que es Madrid, y me ponía un plato de paella en el Meliá Castilla. En las sobremesas sin sueño y risa decía que, de todos, a él era Camilo José Cela quien más lo quiso. Lo susurraba como en un quejido ronco y cierto. Raúl es mi padrino, y los padrinos en esta ciudad saben que tienen que estar para el sable amoroso o la confesión psicológica.
Tiene oído para el español, oído para las cloacas, oído para la poesía y vista para las exclusivas y las folclóricas, que él y su par, Paco Rabal, las volvían locas en ese todo Madrid que hoy se ha perdido por la manía de la terraza y del neón. Noches de cena en El Comunista y luego seguir en Oliver después de haber puesto la nota de tarde en el Gijón. Es el reportero más joven de esta España, un maestro de energía que siempre tiene una risa que aventura una noticia. A veces se sienta en su jardín, y mirando puede que una higuera se queda reflexionando sobre los misterios del universo y los misterios de la Creación. Atrás quedan las Torres Kio, que su casa casi mira y besa de lejos a su paramera conquense. Del Pozo es patrimonio nacional y desde esta página se le manda un beso que es toda mi historia en Madrid. La historia de una amistad y el regalo de los viernes conversados en esa calle que llamaban Capitán Haya antes de Carmena.
Raúl bien pudo nacer en el palacio de las Dueñas.
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