lapisabién
Andaluzadas
Se acerca el día de Andalucía, una fecha que allí, en mi tierra natal, acoge el último nevazón o el primer baño en la Caleta, donde ellas, desde la mocedad a la vejez, juegan al bingo y ellos siguen llevando el Meyba y acordándose ... de Mágico González con un cigarro y una lata de cerveza. Nací en Andalucía, pero más que andaluz soy mediterráneo. Sé que el tener mi paraíso perdido en una playa marca; como marca también el haber vivido bajo el latrocinio institucional y el golfo envuelto en la bandera blanquiverde, que es patio de monipodio y recurso electoral: esto de la banderita, y se ha contado en esta tronera, también vale para el poder blando de su presidente, Moreno Bonilla, con su contemporización a la que se le caen las 'eses'.
El ser andaluz, más allá de los insultos de Pujol, de los lirismos soleados que escribió el bueno de don José Ortega y Gasset, es una manera de entender España tan digna como otras que no juegan a ver quién la tiene más larga. Qué duda cabe que hemos sufrido, que las bombas del norte también las pusieron por el sur, y que las barretinas nos dejaron fuera del baile, un baile que acabó siendo un secuestro. Y lo sigue siendo. Algunos años, muchos ya en la meseta, voy extrañando las líneas sinuosas e infinitas de olivares, el Jueves Santo, un octavilla cantando por chovinismos a Cádiz y y los mostradores de las tabernas cordobesas.
Alguien dijo que Andalucía es la sublimación de Castilla. Lo cierto es que España nació por Andalucía y Andalucía se nació para España. Hablo de mi región a 300 kilómetros, y el sentimiento que me despierta el día autonómico es poco o ninguno. Allí es un festivo que si cae en puente acaba en Madrid, viendo musicales en la Gran Vía, con los niños y la suegra en el mismo paquete. Vengo de una tierra a la que quieren que se mire el ombligo para que no mire adelante. A veces intentan meterle el virus de un federalismo con fiebre de indolencia. Bajo el sol de Andalucía, en una charla a la fresca en una casapuerta, el mundo que nos están dejando Trump y Putin pudiera tener un arreglillo.