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dimisión de boris johnson

El hombre que se manipuló a sí mismo

Para un Reino Unido desnortado, Boris Johnson fue la solución, y también el problema, combinación ganadora de la lotería de la demagogia

Jesús Lillo

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Como tantos otros políticos, casi todos los que son y están, surgidos de las pulsiones populistas y de la superficialidad en la que desde hace años flota con colchoneta la opinión pública internacional, Boris Johnson deja como obra maestra de su gestión una capacidad manipuladora ... que, innata, comenzó a ajecutar a gran escala como conspirador de su propio partido, debilitado y sin norte argumental tras el desastre que representó para los 'tories' el resultado del referéndum del Brexit. El 'premier' saliente no desaprovechó la ocasión de presentarse como mesías de un país desorientado y de una formación política superada por sus propios complejos, materializados en las lágrimas con que Theresa May confesó su impotencia y su miedo, a lo que tenía dentro y a lo que veía de lejos. Que pase el siguiente. Boris Johnson fue la solución, y también el problema, combinación ganadora de la lotería de la demagogia.

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