parrillada mixta
Halloween en Gaza o humor inteligente
«¿Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero». Esto fue en 2015
La máquina que nos gobierna
Siempre os quedará Benidorm
Fue la izquierda situada a la izquierda del PSOE –no se puede llegar más lejos– la que nos instruyó en el uso del odio como ingrediente del humor inteligente y trazó la línea divisoria, imaginaria como un meridiano y ya integrada en el muro sanchista, ... que separa los delitos de odio de los chistes de progreso. A Guillermo Zapata, concejal de Carmena, debemos la lección inaugural del curso de Educación para la Ciudadanía que nos hizo más libres y mejores. «¿Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero». Esto fue en 2015. «Siempre me ha gustado el humor negro y cruel, una expresión sana para reírnos de los horrores que hacemos los seres humanos», explicó luego Zapata, el cómico que en vísperas del gran apagón de las libertades que provocó la sociopolítica de la 'cancelación' –la censura de toda la vida– nos abrió los ojos a un horizonte de risas y desinhibiciones, un nuevo amanecer en el que el sol salía por la izquierda de la izquierda. Más lejos no se podía ir.
Zapata nos guía en estos tiempos de oscuridad y temores, de lenguas mordidas y bocas tapadas. Su espíritu habita entre nosotros y nos anima a alzar la voz contra el 'rigor mortis' decretado por la tiranía del drama y la señalética del lado correcto de la historia. En vísperas de Halloween, respiradero de importación desde el que tomar el aire que no circula ya por un carnaval neutralizado por la oficialidad –con Cádiz domesticado: la Caleta es la Mareta–, TVE nos recuerda el efecto sanador de «reírnos de los horrores que hacemos los seres humanos», que dijo el profeta.
El otro día, cuando la Vuelta a España llegaba a Madrid, la izquierda del humor inteligente montó un pasacalles a la altura de Cercedilla que la emisora pública cubrió con admiración y orgullo sanchistas, reparando en dos individuos disfrazados de periodistas de Gaza, de esos que masacran los judíos por centenares. No les faltaba detalle: el casco, el chaleco azul de 'Press', la bandera y el pañuelo palestinos y, en el pecho, el dibujo de un disparo, en el centro de una diana a la que apuntaba Israel. Todavía nos entra la risa floja y tonta cuando recordamos la escena y el chiste de Cercedilla, humor negro y odioso que solo pueden apreciar quienes, por libre, se descojonan de la imparcialidad que usan como atuendo los periodistas de Gaza que se nos van muriendo por el camino que lleva al lado correcto de cualquier cosa. Ya es Halloween, de aquí a Gaza.
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