EN OBSERVACIÓN
Dar que pensar
El nuevo eslogan del PSOE se adentra en el terreno mágico de las ideas
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Con 'Defiende lo que piensas', flamante eslogan de su precampaña electoral, el PSOE introduce los mecanismos del mentalismo, el hechizo colectivo y la hipnosis de barraca de feria, sahumerio y trance de mesa camilla como variables de la propaganda política, disciplina que nunca ha ... sido ajena al encantamiento de su público objetivo –la gente–, pero que en este caso sitúa en cabeza de cartel y comercializa por lo ideológico un pensamiento social tan indefinido como la defensa que trata de sustanciarlo ante el consumidor y usuario de papeletas electorales. 'Defiende lo que piensas' es la antimateria, el atajo que a través de un agujero negro conduce a la imprecisión y a lo que buenamente vaya saliendo, el complemento perfecto al «¿pero a ti qué mas te da?» con que Patxi López formuló en la sede de la soberanía nacional la liquidez de las ideas, no ya propias, que también, sino las impuestas a aquellos que ahora tienen que ponerse a defenderlas sin saber a qué atenerse y con la experiencia acumulada durante una legislatura en la que los valores y principios del PSOE se han visto condicionados por el instinto de supervivencia y el manual de resistencia de su líder y modificados sobre la marcha, que no era otra que la que al volante y sin cinturón de seguridad jurídica metían los actores políticos incorporados a la dirección del Estado y al proceso constituyente que, también en las Cortes, anunció un ministro de Justicia que ahora ejerce de guardián de las esencias de la Constitución.
Cualquier eslogan político ha de tener la virtud de la vacuidad, la anchura semántica que proporciona la inconcreción y la reversibilidad que llegado el caso le permita el intercambio y el trasplante sin rechazo de un partido a otro, cuando no la transferencia temporal de su mensaje neutro, pasando de una coyuntura a la siguiente, hasta el infinito y más allá. Cosas peores se han visto y oído en el campo de la propaganda, sección de oportunidades y de finales abiertos, como las películas que cada uno se monta con el guión que le dictan o sugieren, pero nunca habíamos alcanzado en el área de la comunicación política la altura del desafío cognitivo –test psicoténico para aficionados al suspenso general– que Ferraz plantea este mes de marzo a España a través de la defensa de unas ideas que pertenecen al mundillo de la prestidigitación, con María Jesús Montero, vicesecretaria general, metida a zíngara y vendedora de humo y romero, y con Félix Bolaños doblando por psicogénesis y como Uri Geller las cucharillas de la cubertería que Pedro y Begoña sacan en La Moncloa cuando invitan a la gente a tomar café.
Hablar de ideas en el PSOE es tanto como mentar la bicha que cambia de piel y se desprende de las escamas resecas que le impiden reptar por el empedrado de los procesos constituyentes en los que hace la rosca. Hablar de ideas en la sede de Ferraz es tanto como ingresar en la unidad del sueño que hace cuatro años habilitó el líder del partido para analizar sus desvelos y monitorizar las pesadillas con las que se acostumbró a dormir. 'Defiende lo que piensas' es aquí y ahora, y a partir de la inducción de la lucidez onírica, 'Defiende lo que sueñas', o lo que te hagan soñar, a ti qué más te da.
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