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el contrapunto

Sánchez o la legitimación de la mentira

El presidente se presentó a los comicios como el principal adversario del golpista al que se ha rendido a cambio de siete votos

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Isabel San Sebastián

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La investidura de Pedro Sánchez solo es legítima en términos formales. Es innegable que la respaldó la mayoría absoluta de los diputados en el Congreso, pero si otorgamos a la democracia algún valor moral, si aceptamos como regla nuclear del sistema el hecho que ... el ciudadano emita su sufragio en base a unos compromisos de carácter vinculante adquiridos por los candidatos antes de las elecciones, si conservamos el suficiente respeto por nosotros mismos como para exigir a nuestros representantes que cumplan sus promesas o renuncien al alto honor consistente en representarnos, entonces la investidura de Pedro Sánchez se torna inequívocamente ilegítima por sustentarse en una gigantesca mentira. Y no podemos en modo alguno normalizar la mentira como herramienta política homologable a la verdad, porque al hacerlo prostituimos la esencia de la democracia y nos convertimos en rehenes de embusteros y demagogos.

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