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una raya en el agua

La ortografía moral

La de la tilde diacrítica es una batalla cultural en su más noble y pleno sentido. Y la ha perdido el facilismo

Ignacio Camacho

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Un hombre puede salir solo a tomar café, salir a tomar café solo, salir sólo a tomar café o salir a tomar sólo café. En el habla solamente –es decir, sólo– es posible diferenciar los cuatro significados por el contexto, y no del todo, pero ... la escritura disipa la ambigüedad a través de la llamada tilde diacrítica, cuya supresión ha sido al fin revocada por la Academia al cabo de trece años de polémica lingüística. La razón principal de esta sensata decisión ha sido la renuencia de muchos usuarios del lenguaje escrito, profesionales o no, a aceptar lo que consideraban una confusión normativa. Por lógica, por automatismo, por estética, por inercia, por purismo, por coquetería estilística o por voluntad de resistencia a la innecesaria banalización de la ortografía. Al facilismo pedagógico que desnuda el idioma de su condición de herencia cultural vinculada a la tradición literaria y lo trivializa como una simple función comunicativa.

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