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una raya en el agua

La oportunidad destituyente

Esta legislatura sólo puede aguantar mediante un avance en el proceso de desmontaje de las bases constitucionales

El tarot de la corrupción

Crujido de tabúes rotos

Ignacio Camacho

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A Rajoy nunca se le ocurrió (en realidad casi nunca se le ocurría nada) la idea de hacerse la víctima de la corrupción de su partido. Y si se le hubiese ocurrido, la mayoría de sus votantes y la totalidad de sus aliados lo habrían ... mandado a esparragar y expulsado del poder a gorrazo limpio. Sánchez y los suyos, en cambio, no sólo se proclaman la solución de su problema sino que en vez de asumir responsabilidades hacen pucheritos de contrición y tristeza; sólo les falta decir que lo que les ha pasado a sus corruptos es que se han contagiado del marco moral de la derecha. Su principal línea de defensa consiste en halagar a sus partidarios sosteniendo la sedicente y abstracta superioridad ética de la izquierda y estigmatizando al adversario con la etiqueta de llevar la indecencia y la venalidad como una huella genética, un vicio estructural, una tara indeleble incrustada en su más profunda esencia. En el núcleo mismo de su naturaleza.

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