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una raya en el agua

La mujer de Fulano de Tal

Aunque le interesan poco los asuntos políticos, el ruido de las noticias le produce un resquemor de agravio comparativo

El cable pelado

El plebiscito empieza el lunes

Ignacio Camacho

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La mujer de Fulano de Tal, pequeño empresario de transportes en una provincia andaluza, escribió a la Diputación una carta donde ponderaba la eficacia de los servicios de su marido para apoyar la postulación de éste a una contrata de paquetería, y éste es ... el día en que la buena señora aún se pregunta por qué su recomendación no fue atendida pese a las impecables y objetivas razones que aducía. La mujer de Mengano Perengánez, propietaria de un comercio en una ciudad de Castilla, necesitaba una herramienta informática para atender su gestión contable y acudió a solicitarla a una conocida compañía de 'software', pero como disponía de pocos recursos encareció a los responsables de la firma que se la cedieran gratis. Tampoco ella comprende por qué le denegaron un favor pedido con argumentos tan razonables. Zutano Tántez, cuyo establecimiento de hostelería en una playa de Alicante había entrado en quiebra durante la pandemia por el cierre de los bares, acudió a una prima suya, esposa de un concejal, para ver si el Ayuntamiento podía concederle alguna subvención de rescate. Le dijeron que no había dinero para ayudar a nadie; el negocio cerró y su dueño tuvo que despedir a los empleados y prejubilarse.

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