Suscribete a
ABC Premium

una raya en el agua

El juego de la verdad

Si Aldama prueba lo que ha dicho, el presidente sólo tendrá un camino. O dos, si se contempla la hipótesis del exilio

Teresa

Agamenón y el porquero

Ignacio Camacho

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La confesión de Aldama no es cuestión de fe, ni siquiera de fe ideológica, por más que se haya convertido en la penúltima línea divisoria de la polarización española. En el Derecho y en la Justicia no hay más verdad que la demostrable, por ... lo que de poco o nada sirve ahora mismo confundir deseos con realidades, como hacen quienes creen de antemano al comisionista y quienes confían a ciegas en el cerrado desmentido de Pedro Sánchez. Lo que sí tiene a priori la declaración es verosimilitud, apariencia de veracidad, porque contiene autoinculpaciones de delitos graves –aunque la colaboración con el juez pueda funcionar como atenuante– y porque coincide bastante con hechos ya revelados por el periodismo y sostenidos con pruebas documentales. Y ambas razones sitúan al presidente y a su entorno en una tesitura muy desfavorable.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia