Suscribete a
ABC Premium

una raya en el agua

Días de Ira

Entre Ira y el príncipe parecían reposar cenizas de un afecto nostálgico, de un pacto de tolerancia con los propios fracasos

Balance de pérdidas

Una brecha en el muro

Ignacio Camacho

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Marbella fue el sueño de un príncipe que dormía con una princesa. Ella se llamaba Ira Von Fürstemberg Agnelli, venía de la doble aristocracia del dinero y de la nobleza, y cuando se casó en Venecia con Alfonso de Hohenlohe apenas era una quinceañera. ... El romance acabó mal y pronto, en los brazos de un play-boy brasileño dueño de una inmensa fortuna minera y aficionado a los coches de alta gama, los aviones y la juerga. Hohenlohe también era un playboy pero más remansado, y había descubierto en la Costa del Sol el encanto de las buganvillas, la cal y el reflejo de plata del mar bajo la luna llena. El antiguo matrimonio se volvió a cruzar muchas veces en Marbella a lo largo de los años, él junto a alguna de sus siguientes esposas y ella sola o con cualquiera de sus amores recién coleccionados. Se miraban con una gentileza elegante, de una elegancia sin rencores donde parecían reposar las cenizas de un afecto nostálgico fruto de un pacto de tolerancia con los propios fracasos.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia