Suscribete a
ABC Premium

una raya en el agua

Democracia degradada

Más allá de la burla consentida al Estado de Derecho, la impunidad de Puigdemont es el resultado de un fraude sistémico

Renfecitos

Nardos

Ignacio Camacho

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Mucho se ha hablado estos días, a propósito de la segunda saga-fuga de Puigdemont, de humillación al y/o del Estado. Que sin duda ha existido, cómo negarlo. Pero mucho más grave es la afrenta que la democracia española se ha infligido a sí ... misma con esta burla consentida, convenida de forma tácita o explícita para salvar la investidura de Salvador Illa y los intereses combinados de los partidos separatistas. No hay democracia sin instituciones ni leyes, y ambas quedaron pisoteadas en el espectáculo de connivencia con un delincuente al que se permitió adrede entrar en el país, dar un mitin a sus fieles y volver a escapar sin que nadie se lo impidiese. La polémica sobre la complicidad de los Mozos de Escuadra forma parte de una estrategia de distracción para alejar el foco de la cuestión trascendente, que es el desdén de todas las autoridades por el orden normativo al que se deben. La arbitrariedad es siempre la patología que destruye la legitimidad de un régimen.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia