columnas sin fuste
Fulminá
El progreso ya no es económico, es ambiental y tecno-sexual y viene encriptado en estribillos de Rosalía
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Iniciar sesiónQué mes de julio. Un mes de julio de pesadilla. Y no lo digo yo, que estuve (y sigo) perpetrando textos sin piscina, lo dicen los números. Unos números que tienen de fondo el 'Despechá' de Rosalía, con todas sus 'yales', con todas sus motomamis... ... Eso es julio: estar despierto a las tres de la mañana sudando con eso en la cabeza… Una canción de una adherencia febril, involuntaria, vírica, invencible, la única cosa a la altura de la propaganda socialista y ecobruselense. Políticas 'boomer', música 'zoomer': he ahí el infierno de la Generación X.
Con esa banda sonora, en julio ha subido el paro, algo asombroso. Si en verano ya no se crea empleo, ¿cuándo se va a crear? El Gobierno quería acabar con la temporalidad y lo está consiguiendo: adiós a la mejora estacional de todos los veranos. Es como tener lo peor de la estación, sin parte de lo bueno. Cuando la canción del verano era de Georgie Dann, por lo menos bajaba el paro. La expresión 'hacer el agosto' empezará pronto a sonarnos antigua, como 'no digan dueñas'.
Este dato económico asusta, pero no es el peor de todos. Si malo es estar parado, peor es estar muerto, y en julio ha muerto cinco veces más gente de la que moría antes. Si se descuenta el Covid y el calor, sigue habiendo una cantidad de muertos inexplicable: casi diez mil. De esto ya se puede hablar porque lo ha sacado 'El País', ya no es negacionista. Se está muriendo mucha gente, especialmente en 2022. Pasado lo peor de la pandemia, y con todo el mundo vacunado, están muriendo más, pero ahora sin telediarios ni curva. ¿Cómo puede suceder y que no pase nada, que no se diga nada? La gente está cayendo 'fulminá', pero es como una guerra en África.
Morirse es, por lo menos, un acto eficiente desde el punto de vista energético, que es lo que nos piden. Se anuncia el plan de ahorro sin reparar en que ya veníamos ahorrando en luz. El consumo de electricidad está a niveles de inicios de siglo, igual que los salarios están como en los noventa. Esto es el progreso, en esto consiste ahora: avanzar hacia atrás a cambio de poder ser sostenibles y solidarios y, si se quiere, dignas motomamis. El progreso ya no es económico, es ambiental y tecno-sexual y viene encriptado en estribillos de Rosalía.
Ahora nos piden un esfuerzo adicional de solidaridad contra Putin y después de dos años diciendo que las puertas tenían que estar abiertas, de repente tendrán que estar cerradas. La gente se lo tomaría a rechifla, si no fuera porque habrá multas y no es descartable ver pronto a la Policía patrullando los establecimientos donde haya una sospechosa falta de sudoración: «A ver, caballero, el termostato…».
Bertrand Russell anticipó un mundo en el que las mujeres no necesitasen hombres. El Estado haría de padre. Ahora ya empieza a sonar como uno: «apaga la luz», «cierra la puerta que se sale el fresquito»… Son frases de padre, pero envueltas en un 'flow' nuevo, 'baby', 'hackeao', que 'v'ie' de Bruselas, alocao...
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