El jurado es el tribunal de «la gente», lo que debería dar tranquilidad al Ejecutivo de «la gente» frente a las 'argucias derechistas' de los jueces profesionales
El Gobierno y sus socios de la izquierda se han llevado las manos a la cabeza por la decisión del juez Peinado de tramitar el caso de Begoña Gómez por el procedimiento que corresponde al tribunal del jurado. Los indicios contra la esposa de ... Sánchez, su asistenta y el actual delegado del Gobierno en Madrid apuntan, según la Audiencia Provincial de Madrid, a la que se acoge el juez, a un delito de malversación de fondos, que, por mandato de la ley de 1995 –gobierno de Felipe González– debe ser juzgado por un jurado. El jurado es el tribunal de «la gente», lo que debería dar tranquilidad al Ejecutivo de «la gente» frente a las 'argucias derechistas' de los jueces profesionales, esos «fachas con toga», según la izquierda. Sin embargo, los portavoces del Gobierno y de sus socios han salido al unísono a cargar contra Peinado –no contra la Audiencia madrileña– y, de repente, confían en un «tribunal imparcial». El jurado tampoco les sirve.
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