Suscribete a
ABC Premium

EDITORIAL

El feminismo de pega de Moncloa

Sánchez ha reaccionado tarde y mal ante el escándalo de su colaborador Salazar, revelando la hipocresía que reina entre su discurso feminista y su conducta diaria

Editorial

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Pedro Sánchez se ha arrogado en público la etiqueta de 'feminista' como si fuera un blindaje político. Pero su respuesta al escándalo de acoso sexual protagonizado por su estrechísimo colaborador, Francisco Salazar, revela una hipocresía institucional tan profunda como corrosiva. No ha bastado con que ... Salazar fuera acusado de conductas repugnantes, como pasearse por la Moncloa con la bragueta abierta o pedir a sus subordinadas que le enseñaran el escote. No ha bastado con que las denuncias llegaran por canales internos del PSOE. Ha hecho falta que la presión pública estallara para que el presidente decidiera mover ficha, y ni siquiera entonces lo ha hecho con la celeridad y transparencia exigible a un dirigente que presume de ejemplaridad.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia