EDITORIAL
Dos mensajes sobre el futuro de las pensiones
España, que hoy dedica más recursos a sus clases pasivas que a su economía productiva
El azar quiso que el mismo día coincidieran dos mensajes contrapuestos que atañen al porvenir económico de España. Por un lado, Fedea planteó una reforma a fondo del sistema de pensiones: transitar hacia un modelo de cuentas nocionales que reduciría el gasto público hasta un ... 40 por ciento a largo plazo. No es una ocurrencia tecnocrática, sino el reconocimiento de que el país no puede seguir destinando una porción creciente del PIB a financiar jubilaciones sin comprometer el resto de la economía. Por otro, el Nobel de Economía premió a Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt por sus teorías sobre cómo la innovación sostiene el crecimiento y por qué las sociedades envejecidas tienden al estancamiento. Los laureados recordaron que el progreso no es natural ni permanente: depende de invertir en conocimiento y apertura a lo nuevo. España, que hoy dedica más recursos a sus clases pasivas que a su economía productiva, debería escuchar ambas lecciones. Si no se atreve a reformar ni a innovar, terminará pagándose a sí misma la jubilación de un futuro que no tendrá.
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