El descrédito de las instituciones y los organismos públicos no solo es el resultado de cualquier gestión política que las debilita o las corrompa y las haga caer por debajo de los estándares de un régimen de libertades. Al deterioro de la Administración también contribuye ... su parálisis, hasta reducirlas a un mero aparato burocrático que no es capaz de ofrecer a los ciudadanos el servicio público que tiene encomendado.
Es el caso de la Seguridad Social, cuyo atasco ha atrapado a miles de contribuyentes –sin posibilidad real de ser atendidos a medio plazo en sus oficinas, físicas o virtuales– y ha hecho florecer el negocio de la reventa de citas a través de internet, que hoy destapa ABC. Recurrir a esta suerte de mercado clandestino para conseguir avanzar en las colas de la Seguridad Social y realizar trámites que a menudo son vitales para el ciudadano es un síntoma del deterioro, puramente formal, de un organismo del que depende el estado de bienestar, mucho más que de la demagogia que lo desdibuja y lo falsea.
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