Editorial
Homenaje al terror
El contexto actual permite, sin reparo ético, político ni, menos aún, jurídico que el Parlamento de Navarra acoja una exposición laudatoria del sindicato LAB, organización al servicio del 'frente obrero' de ETA
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Iniciar sesiónLa sensibilidad histórica del PSOE se desactiva cada vez que se confronta con ETA y sus aliados, cuyas víctimas han quedado absorbidas por la 'normalización' que Ferraz quería imponer al pasado de la banda. Esta transición de la violencia terrorista a la impunidad política era ... necesaria para que los socialistas pactaran sin escrúpulos con los actuales representantes de la izquierda independentista vasca. Votos por presos. Las cesiones del PSOE a EH Bildu han sido constantes: el Ayuntamiento de Pamplona para su candidato Joseba Asirón, la aplicación de condenas extranjeras para excarcelaciones anticipadas, la transferencia de prisiones al País Vasco y, sobre todo, la legitimación política incondicional, sin necesidad de pedir perdón por la violencia de ETA, su nave nodriza. Estamos en la culminación del proceso histórico de convergencia entre la izquierda española y la izquierda heredera de ETA, que comenzó Rodríguez Zapatero con su negociación clandestina con la organización terrorista, antes incluso de acceder al Gobierno en 2004.
Este es el contexto actual que permite, sin reparo ético, político ni, menos aún, jurídico que el Parlamento de Navarra acoja una exposición laudatoria del sindicato LAB, organización que estuvo al servicio del 'frente obrero' de ETA, uno de los más estratégicos de esta banda criminal, y que contribuyó a la 'socialización' del sufrimiento terrorista. Lejos de ser un ejemplo de convivencia, esta muestra representa una manifestación de la indiferencia militante hacia el sufrimiento de las víctimas de ETA; incluso es la expresión de la decisión consciente y meditada de la izquierda española de no someter la política vasca a un proceso de 'desnazificación' de su pasado terrorista. ETA ha tenido muchos juicios, pero le ha faltado su Nüremberg, en el que LAB habría tenido que rendir cuentas.
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