Crece imparable la ola de violentos disturbios en Francia tras la muerte de un adolescente a manos de dos policías. Ni la movilización de casi 50.000 agentes ha evitado la viralización de las algaradas por una decena larga de grandes ciudades francesas. La situación ... está tan cercana a la pérdida de control, que Emmanuel Macron ha tenido que suspender un viaje previsto a Alemania ante tan grave crisis de seguridad.
En el fondo, el irresoluble problema social de integración en los suburbios, que se ha sedimentado de tal forma que parece que el Estado ha tirado ya la toalla. Por otro, y ese es un asunto más coyuntural, subyace también en este estallido la contestación a Macron, cristalizada en la reforma de las pensiones, que desde hace meses ha convertido las calles en un polvorín. La izquierda, siempre atenta a desestabilizar cuando está en la oposición, persigue el colapso social y de momento parece que lo está consiguiendo.
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