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El error de ceder las prisiones

Después de que Marlaska acercara a los etarras a cárceles vascas quedaba la segunda parte de la operación: que el Gobierno de Vitoria los ponga en la calle tras cederle Sánchez las competencias

Editorial ABC

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La improvisación, cercana al desbarajuste, de los primeros meses de la asunción por parte del País Vasco de las competencias en materia penitenciaria revela que lejos de ejercer cabalmente el autogobierno y de procurar un mejor funcionamiento de la administración en este ámbito tenía como ... principal objetivo hacerse con la llave de las prisiones para ir aligerando el futuro penal de los presos etarras. Basta un ejemplo: en solo los cinco primeros meses desde que tiene la competencia, el Gobierno vasco ha concedido el tercer grado penitenciario a dieciocho criminales etarras, cuando en los últimos cuatro años la administración central había concedido solo diez más. Teniendo en cuenta la laxitud con que el Ejecutivo de Sánchez ha aplicado la progresión de grado, Urkullu parece dispuesto a batir todos los récords de otorgamiento de beneficios penitenciarios a los terroristas que cumplen condena.

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