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EDITORIAL

ERC pone su precio a Sánchez

Exige poner fin al déficit fiscal y al de las infraestructuras, acabar con la «represión» penal al independentismo y un referéndum secesionista. Un plan muy poco constitucional

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EL presidente de la Generalitat catalana, Pere Aragonès, tomó la iniciativa frente a Carles Puigdemont y fijó este martes la agenda de un posible acuerdo entre las fuerzas independentistas para ir de forma conjunta a la investidura de Pedro Sánchez. Es una agenda hecha con ... mensajes directos al candidato socialista que constituyen el precio inicial de su continuidad en La Moncloa. Aragonès pidió que se acabe con los déficits fiscal, de infraestructuras y de servicios públicos en Cataluña, es decir, la condonación del dinero que recibieron del Fondo de Liquidez Autonómica, y también reclamó el fin de lo que el independentismo llama «represión», que es un eufemismo para referirse a una solución –imposible en nuestro Estado de derecho– que evite juzgar a cientos de cargos y activistas del independentismo por los múltiples delitos del 1-O. Y por supuesto, ERC exigió una solución al 'conflicto político' mediante un referéndum de autodeterminación. El presidente catalán coló repetidamente en su discurso apelaciones a la mejora de las condiciones de vida, sin duda para rebajar la inflamación independentista de su discurso una vez comprobado que los resultados del 23-J no reflejan el antaño fervor separatista que dominaba en la opinión pública catalana. En todo caso, Aragonès sabe que debe recolocar a ERC para marcar distancias frente al PSOE y no entregar más terreno a Carles Puigdemont y a su partido. No sólo está en juego la investidura de Pedro Sánchez, sino el liderazgo del separatismo catalán. La propuesta de Aragonès quedaría de antemano descartada si no fuera el PSOE a quien se dirige. El presidente catalán tiene motivos para confiar en que ninguna negativa de los socialistas, y menos aún de Pedro Sánchez, es definitiva. Por eso se regodeó con las veces en las que el separatismo dobló el pulso al líder socialista: de cuando Sánchez dijo primero que las condenas por sedición y malversación se cumplirían íntegramente para después indultar a los condenados y derogar el delito de sedición; o de cuando primero sostuvo que en Cataluña había un conflicto entre catalanes y después cambió su discurso para afirmar que es un «conflicto político» con España. Conocen de sobra a Sánchez, sin duda.

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