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TIGRES DE PAPEL

El suicidio

Las razones para soportar la vida no se descubren sino que se construyen con la ayuda imperfecta de otros hombres

Diego S. Garrocho

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El único problema filosófico verdaderamente serio es el suicidio. O, al menos, así lo expresó Albert Camus en el año 1942. No era un año cualquiera y el terror en el que se encontraba sumida Europa en aquellos días nos invita a pensar que el ... aserto no era ni una impostura intelectual ni un farol. A los filósofos, desde antiguo, el suicidio les pareció una cuestión prioritaria, hasta el punto de que algunos lo experimentaron en su carne y no siempre por voluntad propia (Sócrates, Séneca, Benjamin). Otros pensadores, como Goethe o Cioran, llegaron a romantizar con algún riesgo uno de los peores males de la humanidad. Lo grave de la tristeza es que puede acabar convirtiéndose en una enfermedad irreversiblemente mortal.

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