Taconeando

Jaque mate al Estado español

Lo cierto es que la España que vendemos a los separatistas es la demócrata, la moderna

Los socialistas, muy esquizofrénicos últimamente porque se acerca el año electoral, se han apresurado a presentar la reforma que permita la derogación de facto del delito de sedición. Se suprime el imperfecto delito de sedición por otro que concentra toda su artillería en el requisito ... de los desórdenes públicos. Con un golpe de guante blanco el delito permanecería en un limbo jurídico, o sea que la jugada maestra deja al Estado español con el culo al aire. Pero además, la reforma del delito de malversación de fondos públicos también podría estar sobre la mesa. Los socialistas, en una sola jugada lograrían una doble maniobra envolvente para salir ilesos de la corrupción. Quiere decirse que se saben y sienten, en estos momentos, protagonistas no solo de la corrupción política, del Estado, sino de la corrupción económica, moral y financiera, e incluso la informativa e institucional.

Y si esto no se ha ido a pique antes es porque no hay suficientes burócratas para ejecutar todo lo que quieren hacer de aquí a las elecciones. Lo único que les frena son las propias ineficiencias del sistema, el «vuelva usted mañana». En cuanto a la derecha, aún desconocemos si tiene un plan concreto para revertir esta jugada maestra. España ya es prácticamente un país vendido a los separatistas, y las derechas, frente a este ajedrez de altura y enigmático, sólo juegan al parchís –tenemos algunos políticos que solo saben jugar al dominó–. Lo de los recursos ante el Constitucional durmiendo el sueño de los justos es un ejemplo de esta incompetencia, hay 16 recursos del PP y 42 de Vox que se han quedado a vivir en un cajón. Imaginen ahora que las derechas deciden que solo pueden dar estas batallitas judiciales o que, empujados por la presión, negocian un Constitucional de izquierdas.

El ataque a la nación española lo anunció Zapatero en 2004 y aquí seguimos, jugando al parchís, con el discurso de la moderación, el centrismo y todo eso. Nadie les ha parado los pies y ahora se pretende crear una nueva estructura legal y consumar así lo que tradicionalmente se lograba con el clásico golpe de Estado. Todo de forma limpia y eficiente, sin gota de sangre, mientras tragamos el sapo de la homologación con Europa, que sirve como falsa coartada moral. Hay algo que distingue a un español de un europeo y la razón por la que ser europeo es, todavía, una gran aspiración para algunos: Los españoles somos unos acomplejados. Lo cierto es que la España que vendemos a los separatistas es la demócrata, la moderna. La golpista pertenece a una tradición anterior, ya superada. Somos rehenes de unos paletos golpistas que quieren obtener reivindicaciones territoriales, económicas, políticas y lingüísticas. O sea que estamos ya en el jaque mate al Estado español y todavía tendremos que darle las gracias al PSOE por entenderse tan bien con sus socios. Una jugada tan limpia y eficiente que pueden desplazarse este mismo fin de semana al país catalán a esquiar y hacer amigos.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios