taconeando
Feliz Democracia
Pese a las conspiraciones ideológicas, pese a la idiotez, los extremismos y el interés mal enfocado, esta época no podrá afixiarnos
Al lector (27/12/2023)
Días de champán y moscas (23/12/2023)
Para lo que más han servido estas navidades, mayormente, es para que se vea lo demócratas que somos, lo demócratas, cristianos o patriotas que nos hemos vuelto. Las multitudes en la calle no tenían juguetes este año y se han ido a Ferraz a jugar con el muñeco/piñata ... . No es que tengan fe, sólo la consumen, como decía Mingote. Hoy cualquier movida popular (por eso no conviene fomentarlas) la utiliza el Poder, la reconvierte en propaganda política y aun así hemos visto multitudes apaleando un muñeco en plena euforia wagneriana y operística. El presidente ya es el 'golem' de los movimientos que abandera, la estética hecha carne. Representa y da sentido a unas masas fervientes y a un éxtasis colectivo que hace sobrecoger a cualquier espectador externo a ese contagio de folclore medieval. Más que religión, navidad, catolicismo o sentimentalismo, más que juguetes, mazapán, regalos, ropa, jamones o pavos, lo que estamos consumiendo es sanchismo, empezando por el sentimiento de amor/odio y siguiendo por este acto lúdico y estrambótico juego de apalear simbólicamente al presidente. Terrible prueba de la incompatibilidad fundamental entre la política y la racionalidad.
El Poder contempla el odio con satisfacción y anticipa a toro pasado la complicidad con sus votantes. Lo del monigote/piñata de Sánchez, el lamentable espectáculo de las navidades y su desparrame, ya digo, en una ciudad como Madrid, es prueba evidente de que los españoles no han entendido el mecanismo del populismo y ni creen profundamente en la democracia ni en la fe cristiana que dicen defender los que rezan el rosario frente a Ferraz. Creen en Papá Noel, si acaso. Feliz democracia, feliz falacia. Estos movimientos multitudinarios, con un paso en falso, convierten la protesta pacífica y legítima en «antidemocracia en acto», fornican con el sufrimiento mientras arrastran el muñeco cual cadáver momificado. Los cronistas de los tiempos encuentran muy violento el candente espectáculo. A mí me parece que no son solamente violentos sino marionetas del líder populista, porque han cristalizado su delirio colectivo en un folklore absurdo. El presidente les necesita más que a sus propios seguidores.
En 2024 solo pido que esta España del 78 tenga relevo generacional, que aprendamos a situar la responsabilidad intelectual por encima del compromiso político y tengamos la valentía de defender nuestras convicciones sin importar el «quién». El liberal progresista o conservador con una perspectiva amplia puede frenar las derivas populistas que hoy pertenecen a dos trincheras ideológicas que chocan y realimentan su nostalgia de una pre/democracia, con su enfermedad de los 'ismos' y las taras primarias del siglo XX. Pese a las conspiraciones ideológicas, pese a la idiotez, los extremismos y el interés mal enfocado, esta época no podrá afixiarnos. España renacerá para recuperar su verdad tradicional, su fuerza democrática y pasaremos esta etapa de confusión revolucionaria para recordar la existencia de los valores sagrados.