taconeando
Feijóo: un Felipe de Armani
A dos días de las elecciones se ha puesto a podar bonsáis
Feijóo y los minutos de oro (29/6/2023)
La cultura es nuestra (28/6/2023)
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónCon el cambio de ciclo político y el avance de los conservadores en las encuestas, ya se han puesto los antifascistas, o deberíamos decir tremendistas, a escribir manifiestos cursis. Anuncian que vuelve la España rancia, los reaccionarios, el Antiquísimo Régimen. Pero pese al cuento de ... los reaccionarios, los oscurantistas, los tradicionalistas y la coalición de todas las fobias, no hay, efectivamente, más que un solo hombre al que Feijóo quiere y puede parecerse: Felipe González.La realidad es que hoy en España no se puede hacer más que una política: socialdemocracia conservadora. Y esto lo ha hecho muy bien F.G. y lo ha entendido Feijóo, que a dos días de las elecciones se ha puesto a podar bonsáis y arrancar malas hierbas. La derecha en la Transición se fue quedando sin discurso, porque todo lo que podía hacer o decir lo hacía mejor F.G.: con Felipe entramos en la OTAN, en la Unión Europea y apostamos por la soberanía nacional, el respeto al empresario y a la propiedad privada. Lo mismo que viene defendiendo Feijóo, con acento sevillano, estos días.
El talante y el tono de Felijóo confirman ese parecido, fue F.G. quien se esforzó por elevar el tono del dialogo nacional. De aquella renuncia del PP a la rueda del discurso conservador, de la propia ambigüedad felipista, de las viejas pasiones y como reacción al monocorde bipartidismo nacen, a mi entender, los partidos a la derecha de los populares y los dogmatismos juveniles de la izquierda. Del Rastro de aquella historia reaparece Felipe, dios pagano de la socialdemocracia, viejo secretario del PSOE que hoy dirige el Traidor. Vuelve Felipe con su autoridad histórica y personal, aconsejando moderación a la izquierda y pidiendo que respeten la lista más votada (pum, plas, pimba, ale, fuera).
Feijóo, alumno avispado, dice que «Vox, de entrada no». Mientras tanto, Felipe se pasea como un viejo muchacho que ha pasado la legislatura de vigilante, de observador, de 'voyeur' del poder. El socialista de oro, el padrecito de la socialdemocracia vende su traje a quien lo quiera. Y las cajas fuertes de Génova se han comprado un traje a medida: felipismo de Armani, que es el diseñador de la sobriedad. Nuestro Felipe de Armani nos promete que impulsará pactos de Estado con este PSOE, por España y todo eso. Y no quiere derogar leyes ideólogas por revanchismo (esa ética calé de los quinquis), sino por Justicia.
Feijóo, tan parecido a F.G. en las formas y en el discurso, cada vez que habla desactiva toda la propaganda terrorista, esa que consigue infundir el terror con su cursilería progre. En un país de gente adulta debería ganar un hombre con el Estado y medio siglo de socialdemocracia en la cabeza. El pueblo adulto intuitivamente advierte, entrevé, estas cosas y muchos socialistas acabarán comiéndose el carnet del PSOE con grapa y todo. En el esperado cara a cara, Felipe debería poner las lecturas y Feijóo la imagen. Sánchez ya no se debate solamente contra Feijóo, sino contra el socialfelipismo, los bonsáis, España y los quiquis de Sumar.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete