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DESPUÉS, 'NAIDE'

Regreso a Abaltzisketa

Los veranos no son eternos ni los abuelos, ni los padres, ni los tíos, y las familias más unidas también saltan por los aires. Porque vivir es saber que vamos perdiendo cosas y, aunque en el camino ganamos otras nuevas, nunca sustituyen a las primeras

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El pico Txindoki, en la sierra de Aralar c. apaolaza
Chapu Apaolaza

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De vuelta desde Vitoria a San Sebastián por la N-1, desde detrás de los montes se apareció el pico del Txindoki, vertical e iluminado por el sol de la tarde en sus alturas de piedra como un K2 guipuzcoano, y entonces me acordé de ... la casa que teníamos allí en la que pasamos los mejores momentos de nuestra infancia y que no visitaba hace más de 20 años. Regresaba de ver a Ángel Altuna en el frontón en el que ETA había matado a su padre hace 44 años. Me dije que, si Ángel había tenido valor de volver allí, por qué yo no iba a poder subir a la casa de Abaltzisketa, así que, de pronto me vi pulsando el intermitente de la moto para tomar aquel magnífico desvío de dos décadas al pasado.

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